Hoy, hace cien años, nacía nuestra querida madre.
Le enviamos un beso desde la Tierra al Cielo, donde habita desde siempre y para siempre.
Mamá...
A nadie hizo mal alguno.
De nadie se mofaba.
A todos trataba con dulzura.
De todos se preocupaba.
No conocía la maldad.
Su paso por la vida fue para hacer el bien.
¡Son mis recuerdos de mamá!
3 comentarios:
Recuerdo cómo mi querida dulcita, la abueliña Maisa, me trataba como un rey cuando iba a comer a su casa. Me encantaba ir porque hacía unas comidas riquísimas. Y me trataba con suma dulzura. Tanta que no quería marchar de su compañía. Me sentía muy querido.
Gracias, abueliña por haber dejado mi corazón impreso con tu recuerdo en una huella indeleble.
No te has ido, nunca te fuiste, sigues acompañandome.
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